lunes, 27 de octubre de 2008

BULLYING

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio.
Lo que necesitas saber para evitar y detectar el bullying
Llega a casa, está desanimado, no rinde en el colegio, trae golpes, tiene bruscos cambios de humor, tiene sus materiales escolares rotos... estate al tanto porque tu hijo puede estar sufriendo bullying o acoso escolar. Te damos algunas claves para que puedas detectarlo y ponerte en marcha para evitarlo, aunque ten en cuenta que hay gente que puede ayudarte por estar especializado en esta materia. Que no te de miedo asumir los problemas para buscarles solución.
Cambio de comportamiento, los niños que sufren acoso escolar suelen tener un marcado cambio de comportamiento y de humor. A veces puede ser un mal día, pero habrá que estar pendiente para determinar si es sólo eso o hay algo detrás. La agresividad suele ser otro rasgo.
Dolores somáticos, otra característica suelen ser este tipo de dolores: cabeza, articulaciones... No está de más acudir a un especialista si esto es recurrente para que determine si es cuento para no ir al cole o si realmente sufre otro tipo de trastorno.
Cosas rotas, los acosadores gustan de romper todas las cosas de los acosados. No pierdas de vista los materiales del colegio, la ropa, y cualquier cosa que esté rota y pregúntale qué ha pasado. Trata de ser comprensivo, a todos se nos rompen cosas, pero si hay algo detrás, lo irás notando en su comportamiento.
Heridas, hematomas...Aquí podemos rallar la hipocondría. Los niños se caen, se golpean contra cosas y no siempre es síntoma de que esté sufriendo un acoso sino del simple juego. Si viene con heridas graves, obviamente lo primero ir a un hospital o a un ambulatorio para que hagan un parte de lesiones con la que luego se pueda demostrar...
Conversad. Es bueno que ante lo anterior, consigas tener una buena comunicación con él. Habla, cuéntale tus problemas (asume que hay algunos que nunca podrá entender por tu edad y la complejidad) y así se sentirá capaz de contarte las cosas. Si admite que ha sido agredido, que te explique dónde, cuándo, por quién, cuántas veces, si se lo ha dicho a alguien del colegio, etc.
Acude al pediatra. El pediatra es quien mejor podrá juzgar los daños tanto físicos como de otro tipo. No tengas miedo de acudir a él para que te de las pautas a seguir. Por algo es un profesional.
Visita al psicólogo. Muchas veces las heridas no son externas o visibles. Acude a un psicólogo para que pueda ayudarle a superar esta experiencia. Que no te dé vergüenza, le estás haciendo un bien.
Contacto. No intentes arreglar esta situación charlando con los padres de quien acosa a tu hijo. No serviría de nada. Deberás ponerte en contacto con el centro para que abra el protocolo necesario en estos casos.
Entrevistas. Solicita entrevistas con el profesor y con la dirección del centro para comprobar si tenían conocimiento o no. Si su respuesta es positiva, que te expliquen qué medidas tomaron para evitarlo.

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